viernes, 29 de mayo de 2015

Igualdad de género ¿Utopía o realidad?

        Igualdad de género ¿Utopía o realidad?
Rodrigo Samavarti Landgrave Téllez 

         
  
A lo largo de la historia la búsqueda de la “igualdad” entre el hombre y la mujer se ha dado a través de una lucha interminable por el reconocimiento de dichos derechos. La igualdad de género es un principio constitucional que estipula que los hombres y las mujeres son iguales ante la ley, y que por lo tanto, gozan de los mismos derechos y obligaciones frente al Estado y la sociedad en su conjunto.
Sin embargo, sabemos que no basta decretar la igualdad en la ley, sí en nuestra realidad no es un hecho. Para que así lo sea, la igualdad debe traducirse en oportunidades reales y efectivas, es decir, que tanto hombres como mujeres podamos competir por puestos o cargos de representación popular, acceder a un trabajo sin que existan distinciones o preferencias hacia un sexo, participar en los asuntos de nuestras comunidades, como a su vez, en organizaciones y partidos políticos. “El derecho a la igualdad se basa, pues, en la posesión de las mismas facultades intelectuales[1]” tal y como lo establece Alicia Puleo, pero desgraciadamente la búsqueda de igualdad de género en nuestra sociedad actual, es un tema que todavía se ve permeado debido a que la discriminación de género se encuentra patente en el tejido de las sociedades, ya que muchas veces las mujeres llevan la carga principal de la producción de alimentos y la crianza de los niños. Además, las mujeres a menudo son excluidas de las decisiones familiares o comunitarias que afectan a sus vidas y bienestar.
La cuestión de género debe ser considerada como un aspecto prioritario en la planificación de la educación debido a que los roles de género son creados por una sociedad y se aprenden de una generación a otra, ocasionando que se creen dichas desigualdades o ciertos “tabús” que discriminan o inclusive debilitan la capacidad de niñas y mujeres al ejercer sus derechos.
Empoderar a las mujeres y a las niñas para que puedan acceder a una “igualdad” de oportunidades en nuestra sociedad sería una medida acertada desde un punto de vista económico y esencial para poner fin a la pobreza, puesto que en la mayoría de los hogares de nuestra sociedad mexicana, las mujeres son las encargadas de los aspectos domésticos, generando que no gocen de libertades básicas y se enfrenten a desigualdades en el mundo del trabajo, ya que la ley y la costumbre que en ocasiones llegan a ser “discriminatorias”  limitan su tiempo, así como su habilidad de ser dueñas de grandes propiedades o inclusive la capacidad de ser grandes profesionistas.

Bibliografía
1.- Puleo, Alicia (1992). “La radical universalización de los Derechos del Hombre y el Ciudadano: Olympe de Gouges” en Celia Amorós (coord.) Actas del Seminario Permanente Feminismo e Ilustración, 1988-1992. Instituto de Investigaciones Feministas, Universidad Complutense de Madrid/ Dirección General de la Mujer, CAM. Madrid.



[1] Puleo, Alicia (1992). “La radical universalización de los Derechos del Hombre y el Ciudadano: Olympe de Gouges” en Celia Amorós (coord.) Actas del Seminario Permanente Feminismo e Ilustración,p. 217.